No hay peor ciego que el que no quiere ver el maltrato animal
Hace bastante tiempo que no escribía en mi blog, principalmente por falta de tiempo, pero lo que vi hoy me impulsó a usar esta vitrina para denunciar una vez más el maltrato animal que hay en Chile y que a diario vemos muchas veces sin hacer nada.
Debo confesar que me fascinan los animales, siempre he tenido mascotas, desde perros, gatos, loros, tortugas, hamsters, conejos y varias otras especies domésticas, y mi experiencia con ellos me ha demostrado que son capaces de entregarte compañía, lealtad, cariño y hasta incondicionalidad. Es por eso que su tenencia responsable y buen trato es fundamental. Son seres vivos y sienten dolor. Sufren, se enferman y sus conductas están muy asociadas a la relación de cercanía o abandono que tienen con sus amos. Y no es que lo diga yo, está científicamente comprobado. Hay varios libros escritos al respecto como “Control del dolor en pequeños animales y mascotas” y “¿Los animales sienten dolor?”.
Sin embargo, a muchos esto no les importa y sólo utilizan a los animales para lucrar con ellos. Es el caso de varias tiendas de mascotas en que tienen a diversas especies en cautiverio en un estado deplorable, no sólo de hacinamiento, sino insalubridad.
Hoy en mi paseo dominical fui al Pueblito de los Domínicos a comprar un regalo. Un destino que no puedo abandonar sin pasar por la tienda de mascotas, porque me encanta ver a los animales. Será porque por ahora no puedo tenerlos… Pero lo que esperaba se convirtiera en una visita positiva y alegre terminó en una experiencia deprimente y finalmente en una denuncia a la Brigada Investigadora de Delitos del Medio Ambiente y Patrimonio Cultural de la Policía de Investigaciones (Bidema).
No sé si estoy exagerando. Pero creo que mis ojos y mi sentir no estaban equivocados. ¿Es normal ver a más de 20 conejos hacinados en una jaula de un metro por 50 centímetros con las patas mojadas de orina y excrementos? ¿Es normal ver a dos gatos siameses con una conjuntivitis detectable para cualquiera que no sea veterinario? ¿Es normal ver a tres cachorros en una jaula sucia y sin comida? Para mí no. Quizás para muchos sí, incluidos los dueños de la tienda por supuesto.
En Chile, existe legalidad respecto al cuidado animal. Y según el Art. 291 bis del Código Penal, “el que cometiese actos de maltrato o crueldad con animales, será castigado con la pena de presidio menor en su grado mínimo (61 a 540 días) y multa de uno a diez ingresos mínimos mensuales o sólo a esta última”.
También me llamó la atención ver una Chinchilla en cautiverio, una especie silvestre que tiene como hábitat natural las zonas cordilleranas. Es cierto que el Servicio Agrícola Ganadero (SAG) a través de la Ley y el Reglamento de Caza – que establece las bases generales en materias de normativas sobre caza y captura de algunas especies, de su comercialización y de las primeras indicaciones relativas a los criaderos de fauna silvestre- permite tener una Chinchilla en cautiverio bajo autorización legal. Pero las tiendas de comercialización deben cumplir una serie de otros requisitos establecidos por la ley, entre los cuales destacan:
• Mantener condiciones de bienestar adecuadas a cada especie.
• Informar semestralmente sobre el movimiento de animales (nacimientos, ventas, donaciones, canjes, muertes y otros)
• Informar posibles traslados del plantel y entregar documentos que acrediten el traspaso de animales.
Por lo menos para mí el primer requisito no se cumplió. Ver esta especie en extinción en una jaula de 50 x 50 cms. para la venta me conmovió.
Después de terminar de ver la triste escena pensé que había que denunciar este hecho a la Bidema. Y lo hice. Me hizo sentido que en la página web de la institución aparecieran estas citas: “Evitemos causar daños a quienes no tienen la voz para defenderse. Cuidémoslos y respetémoslos como tales, ellos merecen su espacio, nuestro cariño y sobretodo nuestra atención”.
No sé qué sucederá. Si se fiscalizará. Tampoco sé si es normal que los animales se vendan en estas indignas condiciones. Ni tampoco sé si hice lo correcto o no. Ya no depende de mí.
Sólo creo que al igual que los seres humanos, todos los animales también tienen el derecho a tener una calidad de vida y a ser respetados como cualquier otro ser vivo de este planeta. Y no sólo basta con creerlo y difundirlo, todos podemos tomar acciones para evitar y frenar el maltrato animal. No hay peor ciego que el que no quiere ver la realidad.
Fuente: Blog "Conciencia Verde" de Andrea Obaid en diario La Tercera.
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